Mejor sola que mal acompañada, porque muchas veces una relación no suma, al contrario, resta», asegura la psicóloga Sara Navarrete. Y también los expertos de Harvard, en concreto Bella dePaulo, doctora de esta universidad y autora de varios libros sobre el tema, los últimos 'Solteros de corazón' y 'Señalados: cómo los solteros son estereotipados, estigmatizados e ignorados, y aun así viven felices para siempre'. Según su propia experiencia, quienes no tienen pareja envejecen mejor, con una vida más plena, alegre y auténtica. Son las ventajas que otorgan la libertad, la independencia y el hecho de colocar a uno mismo en el centro, sin rendir cuentas a nadie, según dePaulo. Loles León lo tuvo claro muy pronto. "A los siete años ya lo dije en casa, y todos me miraron como si estuviera loca", recuerda entre risas. "Siempre he sido muy independiente y aunque también he tenido pareja, llevo casi 20 años viviendo sola, no me gusta compartir mi espacio. Tengo mis relaciones, claro, pero convivir, no; me resulta mucho esfuerzo. Mi soledad elegida es fantástica, buenísima. He decidido cuidarme, satisfacerme yo y hacer lo que quiera, entrar y salir sabiendo que no me espera nadie en casa... Eso a mí me da mucha calma", confiesa.
Espléndida a sus 73 años, Loles no para de trabajar; de hecho, hablo con ella aprovechando una pausa entre rodajes. "Tengo que decirle a Harvard que tiene razón: vivir sola me ha rejuvenecido, me siento joven, tienes tus achaques, claro, pero te los arreglas; un poquito de fisio por aquí, unas vitaminas por allá... Lo que importa es tener espíritu juvenil, y yo siempre lo he tenido". Su defensa de la soltería no responde a una mala experiencia con los hombres, es una convicción. "Cuando convives ves las 'miserias' del otro y eso no mata el amor, pero sí el deseo y las cosas bonitas de una relación, las que a mí me gustan, la seducción, la pasión... Adaptarme ahora a los gustos de un señor que entre en mi vida me parece muy complicado, mucho trabajo. Es más divertido estar solo, no quiero a ningún ser vivo en mi casa, hasta las plantas se me mueren, e incluso cuando mi hijo pasa más de un mes conmigo, por distintos motivos, tardo poco en encontrarle otra residencia, le acoplo con cualquier amigo suyo", ríe la actriz, que asegura tener muchos amigos solos a quienes les va muy bien. "Animo a todos, a los hombres quizá les cueste un poco más, porque nosotras somos más resueltas", añade.
El silencio regenera
En su soledad elegida no queda ningún vacío: "Valoro mucho mis ratos de relax, de soledad, el no pelear por el mando de la tele ni por nada. Recomiendo el silencio, es muy bueno, regenera. Y el sentido del humor también, porque no siempre das con alguien a quien tus cosas le hacen gracia". A ella ésta le sobra, pero sabe ponerse en la piel de las mujeres que viven solas por otras circunstancias, sin que haya sido su elección. "Quiero decirles que no tengan miedo, que sean valientes y piensen 'ahora empieza mi vida de otra manera, y la voy a experimentar con amigos, amigas...', creo que las cosas te pasan para algo", afirma.
Se trata, apunta Sara Navarrete, "de estar tranquilo y estar bien. Las mujeres cada día se dan más permiso para vivir sin pareja sin sentir que haya algo que no funciona en ellas. Envejecerán mejor porque van estar más equilibradas emocionalmente, no van a tener los picos de estrés que puede generar la vida en pareja, sobre todo si la relación cojea". La psicóloga apunta otra de las ventajas de la soltería: "Además de regalarnos más tiempo de ocio y para cuidarnos a nosotros mismos, estar solo nos obliga a ampliar nuestro círculo social, algo que no hacemos cuando vivimos en pareja".
A Ana Gallego (57 años) le permitió reencontrarse con su círculo de amigos. Separarse de su marido, con quien estuvo casada 25 años en Italia, fue un cambio radical. Volvió a casa, a sus raíces. Y descubrió que ya no quería saber nada de la vida en pareja. "A estas alturas no me veo dando explicaciones a nadie. No me cierro a tener relaciones, pero cada uno en su casa y teniendo claro los dos que, al menos por mi parte, tienen fecha de caducidad". Ana, que se define como una persona superactiva, no echa nada en falta. "Estoy muy contenta de estar sola. Soy libre de hacer lo que quiera y he retomado todos mis hobbies. He recuperado la independencia que no tuve, porque me casé muy joven. Y aunque fui muy feliz, no quiero repetirlo. Reconozco que me ayuda mucho tener una buena situación económica y que mi hija sea mayor y no suponga una carga familiar; al contrario, hacemos un montón de planes y viajes juntas, es mi mejor compañía". "Mi madre siempre ha sido muy moderna, mucho más que yo", interviene su hija.
Egoísmo positivo
En este sentido, "las mujeres que tienen familia, en un contexto sano, con hijos buscados y una crianza tranquila, también envejecen mejor, porque somos, por naturaleza, seres sociales", señala Sara Navarrete. Un argumento en el que insiste Núria Jorba, psicóloga, sexóloga, terapeuta de parejas y colaboradora de Domma, marca especializada en productos naturales enfocados a la madurez femenina y el climaterio. "No se trata tanto de envejecer solteras o en pareja, sino de la forma en que lo gestionamos. Si lo vivimos desde el punto de vista de la carga emocional, por nuestro papel de cuidadoras, mejor no tener ese vínculo; la soltería te permite centrarte en tus necesidades, pensar sólo en ti. Pero si tienes bien trabajado el egoísmo positivo, si te pones por delante y te cuidas para poder cuidar, una relación sana es una suma importantísima. No comparto esa afirmación tan de moda hoy día de que si tienes pareja llevas una carga sobre los hombros y de que se vive mejor solo. No estoy de acuerdo. A muchas personas solteras les cuesta establecer vínculos de calidad, profundos y conectados. Esa afirmación es muy cuestionable. Hoy la soltería se ve como algo moderno, pero a veces tiene detrás muchas carencias; quizá estás solo porque no eres capaz de abrirte emocionalmente y de vencer muchos de los miedos que te bloquean", cuestiona. "No, no coincido para nada con la experta de Harvard, en absoluto, creo que decir que los solteros envejecen mejor es una afirmación muy sesgada", concluye Núria Jorba.
